Marat ‘Morik’ Danilyan es un artista originario de Rusia que nació en 1982 en Novosibirsk. Desde una edad temprana, Marat mostró un gran interés por el dibujo, desarrollando sus habilidades artísticas en una escuela de arte para niños. Aunque obtuvo títulos en filología y economía en la Universidad Estatal de Novosibirsk, su verdadera pasión siempre fue el arte. En 1998, con la llegada del Internet, Marat descubrió la cultura hip-hop y se fascinó con el graffiti. Esto lo llevó a dominar las técnicas de pintura en aerosol y a experimentar con la formación de letras.
Morik tiene la habilidad única de equilibrar formas gestuales y geométricas en su trabajo. Con una sólida base en el graffiti, su obra reciente explora elementos abstractos y figurativos. La experimentación es evidente en cada muro o pintura que crea, empujando constantemente los límites de su arte. Morik ejemplifica la evolución de un artista de graffiti que encuentra nuevas fuentes de inspiración y temas. Utilizando sus habilidades establecidas y su historia en el graffiti, ha creado una estética contemporánea que combina realismo, cubismo y expresionismo.
Marat Danilyan ha exhibido su arte en prestigiosas galerías de arte urbano y ha dejado su huella en murales alrededor del mundo. Su trabajo no solo embellece espacios, sino que también invita a los espectadores a explorar nuevas dimensiones del arte urbano.
Tema del Mural: Alfarería de Faro
La cerámica de Faro es la más importante y antigua de la alfarería tradicional asturiana. Faro es un pequeño pueblo cerca de la ciudad de Oviedo, que fue uno de sus principales mercados, aunque su distribución abarca toda la región noroeste de la península. La cerámica de Faro es también una de las más estudiadas por historiadores y arqueólogos. Los primeros documentos que la mencionan datan del siglo XI, y su producción ha sido constante hasta el día de hoy. Su producción característica y más antigua se realiza con arcilla negra, mientras que el uso de arcilla roja y esmalte blanco con decoración se popularizó a partir del siglo XVI. El siglo XVII marca el apogeo de la cerámica de Faro, con 72 talleres registrados en un pequeño pueblo especializado en la producción alfarera, que nunca abandonó su doble orientación agrícola y ganadera. El surgimiento de las fábricas de loza marcó el comienzo de un lento declive, aunque la cerámica de Faro mantuvo su producción hasta el siglo XX, siendo la vajilla principal de las clases populares y compitiendo con las producciones industriales gracias a la calidad de las arcillas y al arte de los alfareros que continuaron fabricando piezas con hornos de leña y el torno tradicional durante casi 1.000 años. Lito y su hijo Selito mantuvieron en funcionamiento el taller de Fornaxe, siendo su taller el último en actividad y Selito el último gran alfarero que luchó por mantener viva la tradición transmitiendo su conocimiento a una nueva generación para que la cerámica de Faro continúe prosperando.
(Orlando Morán, Arqueólogo y alfarero.)
Inspirado por su visita al taller de Selito, el último gran alfarero de Faro, Marat ha plasmado la esencia de una tradición que ha moldeado la historia y cultura de Asturias. La cerámica de Faro, nacida de la tierra de la región, ha sido un símbolo de resistencia, creatividad y lucha por la preservación de la identidad local.
El mural es un llamado a proteger el patrimonio cultural que está en peligro de desaparecer. La obra de Marat Morik captura el calor del horno de leña, las manos que dan vida a la arcilla y la sabiduría que ha pasado de generación en generación.Agradecemos enormemente a Selito y Milita por compartir su hogar y su sabiduría, y a todos y todas que han hecho posible esta conexión entre el arte urbano y la tradición alfarera, especialmente a la Xunta pola defensa de la Alfarería Tradicional de Faro, a Xosé Ambás y Orlando Morán.
Este mural es una ventana al pasado, un reflejo de la identidad asturiana y un puente hacia el futuro. Que la cerámica de Faro siga viva en la memoria colectiva y que este arte milenario siga inspirando a generaciones venideras.
Instagram: https://www.instagram.com/maratdanilyan/









Tema del Mural: La Madreña
Marat Morik rinde homenaje a la tradición de la madreña, un oficio ancestral que enfrenta la amenaza de la desaparición por la falta de relevo generacional. En su mural, captura la esencia de este arte, fusionando la abstracción y la figuración para representar las herramientas tradicionales utilizadas en su fabricación.
La obra toma como referencia una fotografía histórica de 1927 del etnógrafo alemán Fritz Krüger, quien documentó los paisajes y las tradiciones del norte de España. Krüger fue pionero en vincular la lengua con la cultura material de las zonas rurales, y este mural no solo honra la tradición de la madreña, sino que también nos conecta con una parte fundamental de nuestra historia cultural.
Marat se ha mostrado profundamente satisfecho con el resultado, destacando lo especial que ha sido esta experiencia. Pintar dos murales de grandes dimensiones y tan cercanos entre sí ha sido una oportunidad única, disfrutando enormemente del reto técnico y arquitectónico de trabajar en estas superficies.













